sábado, 13 de marzo de 2010

Trasgresión: sobrepasar nuestros límites para descubrir el erotismo


Trasgredir, sobrepasar, moverse más allá de los límites establecidos. Quizás la palabra trasgresión haya sido inventada para imbricarse extemporáneamente con la sexualidad, o al menos sería muy poético y desafiante que así fuese.

Lo cierto es que trasgredir no implica simplemente romper una norma o ir más allá de lo establecido sino que también incluye el sobrepasar nuestros propios límites. Y es precisamente sobre este sentido tan íntimo de la trasgresión que desearía reflexionar.

La trasgresión no nace simplemente de la voluntad o el deseo de superar una prohibición sino que es originada por la necesidad de traspasar nuestros propios límites y barreras, la necesidad de proyectarse hacia los otros de manera trascendental. En ese acto de trasgredir nos conocemos a nosotros mismos y develamos los aspectos más ocultos de nuestra personalidad.

Así, la sensualidad es una espléndida forma de trasgredir nuestras normas y conocer nuevos aspectos de nosotros mismos. Cada experiencia erótica puede convertirse en una trasgresión cuando intentamos sobrepasar nuestros miedos y convertir en una fiesta erótica cada encuentro sexual.

Pero... seamos claros y hablemos sin reservas, lo que hoy se considera una trasgresión en el orden de lo sexual es simplemente un acto de descarga donde las personas son objetos de sus impulsos y utilizan al otro para satisfacer sus deseos. La verdadera trasgresión conlleva autoconocerse y motivarse a ir más allá de nuestros límites de una manera consciente y no obnubilada por las drogas.

Cuando hago referencia a trasgredir me refiero a conocer y sobrepasar los límites personales y de pareja de forma creativa y no invadiente. Hay tantas prácticas sexuales de las cuales hemos escuchado hablar o que simplemente hemos leído que nos guiñan un ojo desde la distancia pero no somos capaces de llevarlas a la práctica porque nuestra propia representación sobre lo que somos y cómo deberíamos comportarnos en la sexualidad nos lo impiden. ¿Te apetece probar un lugar nuevo para practicar el sexo con tu pareja? ¿Deseas añadir juegos sado a tu relación? ¿Quizás algún juguete erótico? ¿Realizar un streptease privado? Entonces... ¿por qué no lo has hecho? quizás sea el momento de trasgredir algunas normas y despertar la sensualidad.

Fuente: http://sexo-eros.blogspot.com/2010/03/trasgresion-sobrepasar-nuestros-limites.html

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