jueves, 10 de marzo de 2011

Sexualidad y depresión: Las relaciones sexuales en las personas deprimidas


Las enfermedades mentales suelen traer aparejadas con cierta frecuencia una serie de trastornos sexuales. La depresión es precisamente una de las patologías que debido a su elevada incidencia poblacional supone un problema de gran magnitud.

Vale aclarar que existen diversos grados de depresión que varían desde los síntomas depresivos leves hasta la depresión mayor. También puede sufrirse una depresión reactiva, provocada por situaciones de duelo y pérdida, o por enfermedades de origen eminentemente fisiológico.

No obstante, independientemente de la profundidad con la cual se manifieste la depresión, ésta viene invariablemente acompañada por una sintomatología donde prevalece la tristeza, el llanto fácil, el pesimismo, el desgano, la fatigabilidad, el insomnio y los trastornos del apetito.

Sexualidad y depresión suelen formar un binomio negativo. En la depresión suele ser muy común la desaparición del deseo sexual, así como la incapacidad para disfrutar de las fantasías sexuales, tanto en el hombre como en la mujer. No obstante, sólo en un tercio de los pacientes deprimidos se producen trastornos sexuales graves; los más comunes son la Disfunción Eréctil en el hombre y la anorgasmia y el coito doloroso (dispareunia) en la mujer.

La Disfunción Eréctil se presenta entre el 18% y el 35% de las personas que sufren la depresión, pero este número aumenta hasta alcanzar el 90% en la depresión mayor. Hecho que no se debe solamente al trastorno psicogénico en sí sino también a la inhibición del deseo sexual y a los efectos secundarios de los psicofármacos.

Los medicamentos más utilizados para tratar la depresión (los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina) pueden inducir la disfunción eréctil en casi el 30% de sus consumidores. La clomipramina, otro de los medicamentos utilizados, provoca trastornos sexuales hasta en el 50% de los casos. La velanfaxina lo hace en un 36% de los pacientes y la risperidona en el 44%.

En las personas con depresión que sufren de problemas sexuales, normalmente la prioridad médica se focaliza en tratar la depresión. No obstante, diversos estudios han demostrado que los resultados terapéuticos mejoran si se realiza un tratamiento integral donde se intervenga tanto en la depresión como en el trastorno sexual. ¿Por qué? Sencillamente porque una buena parte de las personas que toman antidepresivos y sienten la disminución de su capacidad sexual, terminan por abandonar el fármaco, lo que conlleva a un riesgo para la porpia vida de la persona.

Vale aclarar que en otras psicopatologías como la ansiedad o las fobias también existe un elevado índice de disfunciones sexuales. En la esquizofrenia ésta alcanza porcentajes superiores al 50%.

Algunas técnicas para combatir la depresión pueden revisarse en el artículo: "Siete estrategias sencillas para el día a día".

Fuente: http://sexo-eros.blogspot.com/2011/03/sexualidad-y-depresion-las-relaciones.html

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