Impresionarlas ahora será una tarea de niños. Aquí una guía con diez pasos para exponerles que eres lo que estaban buscando
¿Quieres impresionar a tu chica o demostrarle que eres lo que ella estaba buscando? Una chica siempre saldrá corriendo cuando alguien habla solamente de sexo o de lo grande que es o de lo maravilloso que puede ser en la cama. Sabemos que en muchas ocasiones puede ser todo lo contrario.
Así que si quieres evitarte un primer mal momento, comienza por conocer verdaderamente a la chica en turno. Si lo tuyo con ella no es solamente un asunto de citas ocasionales, y te interesa conocer el verdadero placer con quien amas, entonces aquí te van nuestros consejos. Los diez grandes pasos para hacerle saber a ella que sabes lo suficiente como para que nunca te deje escapar.
1. Caricias. Primero, lo básico. ¿Caricias? Pensarás… Ajá, parecería un asunto del siglo pasado, ¿no? Pues lo cierto es que no. No lo es y si te pasas de largo frente a este gran y primerísimo número uno, lo más seguro es que no llegues ni siquiera al dos. Así que pon atención. Si tú desde la primera vez le muestras a tu chica que puedes acariciar como todo un máster de la sexualidad, ella estará totalmente segura de que en realidad lo eres sin necesidad de que se lo digas. Las caricias es lo primero que dice algo del hombre. Si durante el acto sexual eres poseedor de un juego previo pleno de caricias, y no te apresuras a penetrarla lo más rápidamente para luego salirte con la misma rapidez, lograrás mucho más y un sexo más placentero. Empieza por tocarte a ti mismo. No tengas miedo de las sensaciones que esto origina. Piensa en lo que puede sentir ella cuando la tocas suavemente. Usa la yema de los dedos y toca desde sus axilas, antebrazos, codos, piernas, estómago, rodillas, hasta la punta de los pies. Mientras la tocas, bésala, chúpala, sube y baja, dile lo que sientes y lo hermosa que se ve. Siente y piensa que es tu diosa y trátala como tal. Si sigues esto al pie de la letra, sin duda, estarás en el punto 10 más pronto de lo que imaginabas.
2. Postura de misionero. Si no están muy familiarizados como pareja para practicar otras nuevas posturas o sientes que ella puede ser muy tímida en ese sentido, entonces no se lo propongas así directamente. Mejor, con lo que tienes, haz lo mejor posible. Por ejemplo, si realizan la clásica posición de misionero, entonces haz que no sea del todo aburrida o simple. Haz movimientos circulares con tu pene dentro de ella, no busques inmediatamente la rapidez. Haz repeticiones lentas y suaves, toca con tu glande su vulva o su clítoris. Un buen juego puede ser que la acaricies de esta forma durante un largo rato y luego, cuando veas que ella ya no puede más, la penetres.
3. Buen sexo oral. Es un secreto a voces entre muchas mujeres que los hombres (o su gran mayoría) no saben hacer un buen sexo oral. Muchas lo disfrutamos, es verdad, pero pocas veces como en realidad nos gusta. ¿Ahora saben porque entre lesbianas se la pasan muuuy bien? Las mujeres sabemos lo que queremos, lo que necesitamos y cómo explotamos. En ocasiones resulta muy aburrido tener que repetírselo a ustedes infinidad de veces. La próxima vez que su chica les diga que quiere o desea algo, háganlo y guárdenlo en la memoria. No es necesario que la próxima vez le pregunten ¿quieres esto? En ese caso ustedes intuyan, sepan qué quiere o podría desear. El buen sexo oral comienza en el clítoris, besando y acariciando suavemente. Luego tocando con los labios la vulva, tocando sus nalgas al mismo tiempo y acariciando sus pechos. Aunque suene de malabarista, con el tiempo puedes tomar práctica y ser el mejor. Algo que ella sin duda lo agradecerá haciéndote pasar al número siguiente.
4. Masaje erótico. Si alguna vez le propones darle un buen masaje, intenta que sea así hasta el final. Crea un ambiente propicio, ilumina la habitación con velas aromáticas y aceites esenciales. Usar popurrí o flores secas también puede ser muy eficaz. Pon música suave y entonces procede a darle una buena dosis de descanso, relajación y sobre todo erotismo. Comienza por la espalda y los hombros, con tus manos llenas de aceite, y luego en movimientos circulares baja hacia la cintura y las nalgas. Tócalas, excítala y excítate tú al mismo tiempo. Sigue hasta sus piernas y pies. De frente puedes usar un masaje lubricante que es caliente y comestible y que puedes conseguir en cualquier sex shop. Este te servirá para darle un gran masaje pero también para erotizarla en las partes más sensibles como pezones, ombligo, vulva y clítoris.
5. Masturbarla. Si para ti es placentero masturbarte, ¿por qué no lo sería para ella? Debes saber que tu adorada mujercita se masturbó alguna vez (o lo sigue haciendo) como todos. La cosa cambia cuando eres tú quien la masturba porque además de que te descubre nuevos paraísos dentro de su mundo femenino placentero, también te excitará sobremanera. Para hacerlo no necesitas pedir permiso, sólo dile lo que le harás susurrando al oído y hazlo. Verás que aparecerá de inmediato una sonrisa en su rostro. Puedes introducir dos dedos en su vagina para comenzar a lubricarla, después con la otra mano tócala en el clítoris y luego puedes jugar con algún dildo. En el juego previo puedes jugar con productos que encontrarás fácilmente en el refrigerador: mermelada, hielos, crema batida, chocolate, etcétera.
6. Posiciones. Lo mejor de las posiciones no es cuando uno las impone, sino cuando los dos colaboran creándolas. Si tú comenzaste moviéndote de maravilla con la postura clásica de misionero, entonces tu mujer sabrá que lo serás sin duda con el resto. Innoven, jueguen, hablen, qué es lo que quieren y qué quieren sentir. Utiliza nuevos espacios para tener sexo con ella, háganlo emocionante y nada aburrido o monótono.
7. Fantasías sexuales. Todos tenemos fantasías, desde el hombre más puritano y conservador hasta el que asume su sexualidad como algo natural y simplemente la explota y juega a través de ella. Tu mujer también tiene fantasías, pero es casi seguro que no haya hablado de ellas antes o en el peor de los casos nunca las haya realizado. Por qué no empiezas por preguntarle qué quiere, qué siente o qué le gustaría. Hablen ambos de sus fantasías y el día menos esperado haz lo que ella siempre ha soñado. Pueden jugar, tomar papeles, disfrazarse, visitar diferentes lugares, hacerlo de la manera más insospechada, etcétera. Si tu chica se da cuenta de que a su lado tiene a un hombre que además de entenderla, comprende su sexualidad, no la critica y tampoco abusa de la confianza de ella, sin duda abrirás paso a una relación apasionadamente sexual pero también sumamente amorosa. Recuerda que el principal órgano sexual humano es el cerebro y por lo tanto la imaginación.
8. Sexo mágico. Se dice que el Tantra y el sexo mágico ayudan a conseguir una estabilidad energética para ambos. Aunque los pasos para acceder al Tantra serían muy largos de explicar en un recuadro, recuerda siempre recurrir a libros para saber y estudiar más. Si ustedes como pareja ya han experimentado muchas nuevas y deliciosas sensaciones, entonces estudia y proponle a tu chica saborear nuevas cosas dentro del sexo. Si la pareja conoce las técnicas tántricas, podrían elevarse con su amor y su sexualidad creativa a niveles muy superiores de conciencia. En este nivel es donde se da el sexo mágico y es donde la pareja puede llegar a niveles superiores de poder y conocimiento, puede llegar a pedir y a obtener ayuda energética a través del sexo. Si ella está dispuesta y sabe que tú te preocupas por proponerle nuevas cosas y no caer en la rutina, sabrá que, además de inquietarte porque ella esté bien y disfrute, la amas, sin duda.
9. De compras a la sex shop. Un buen dildo, un vibrador, un juguete sexual de cualquier tipo no le cae nunca mal a nadie. Recomiéndale a tu chica ir un buen día de estos de shopping por algunas sex shops y tómense la tarde visitando algunas y disfrutando de las maravillas que pueden encontrar ahí. Compren un flogger de ante o de tiras ligeras de plástico, un látigo pequeño, algunos accesorios de piel, antifaces, condones divertidos o gels estimulantes para ti y para ella. Rompan la línea de la timidez y vivan plenamente su sexualidad.
10. La sorpresa, el buen humor y la imaginación. Estos son los tres puntos principales. Si siempre tienes en mente sorprender a tu chica con nuevas posturas, nuevas pláticas, nuevas cosas; tienes un gran sentido del humor para hacerla reír o hacerla sentirse reina cuando ella lo necesite, tendrás ganado su cielo femenino. Si a eso le aúnas una pizca de imaginación y picardía, con ella saldrás rápidamente del limbo sexual en el que quizá antes se encontraban
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