No lo decimos nosotros, lo sostiene la ciencia. Debido a un fenómeno al que llaman “racimo de divorcio”, que los amigos cercanos a una pareja se separen, eleva en un 75% las posibilidades de que también se divorcie.
El estudio de tan curioso y definitivo fenómeno se basó en la vida conyugal de 12.000 personas en el pueblo de Framingham, en Nueva Inglaterra (Estados Unidos), desde 1948, y fue realizado por la Universidad de Rhode Island. Sus conclusiones son que, incluso cuando hay niños de por medio, las posibilidades de divorcio en la pareja aumentan si amigos o familiares deciden separarse.
La explicación del fenómeno es que, al momento de un divorcio cercano, la pareja ve reducido su círculo social, sufre la ansiedad de ambas parte de la pareja, y se cuestiona la solidez de los propia relación.
Entre más cercanía a la pareja divorciada, mayor “el efecto racimo” del divorcio.
Fuente: Daily Mail
Imagen: Puerto Urraco
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