jueves, 2 de diciembre de 2010

El poder seductor de una sonrisa


Ya sabemos que una sonrisa cuesta poco y produce mucho, dura solo un instante pero puede perdurar en el recuerdo. Así, concebía en grandes rasgos Charles Chaplin el poder e influjo de una sonrisa. En términos de relaciones de pareja y sexualidad la sonrisa posee idéntico valor. No obstante, su incidencia es diversa en hombres y mujeres.

Una curiosa investigación desarrollada en la Universidad de Aberdeen en el Reino Unido muestra que las mujeres tienden a encontrar más atractivo a un hombre si antes a éste le ha sonreído una mujer. Al contrario, si a una mujer le ha sonreído un hombre, los varones tienden a encontrar a esta fémina menos atractiva.

Para llegar a esta conclusión los investigadores le pidieron a 28 mujeres y 28 hombres que evaluaran el atractivo de algunas imágenes de personas. Un ejemplo de las fotos mostradas fue:


Posteriormente los investigadores les mostraron nuevamente estas imágenes solo que esta vez en la fotografía aparecía una persona del género opuesto (con una sonrisa o una expresión neutra en el rostro) mirando a la imagen principal, como se puede apreciar en la foto a continuación:



Asombrosamente la opinión de los entrevistados varió.

Las mujeres mostraron una tendencia a hallar a los hombres más atractivos cuando otra mujer sonriente los miraba, pero los hallaron menos atractivos si el rostro era neutral. Al contrario, los hombres encontraban a las féminas menos atractivas si otro hombre les sonreía.

Los investigadores afirman que la explicación a esta tendencia podría encontrarse en el hecho de que las mujeres valoran en el momento de escoger a la pareja, su posición social; tomando para ello diferentes pistas del ambiente como podría ser la opinión o actitud de otras féminas ante el hombre(un tema sobre el cual ya he hecho referencia en el artículo: ?Dominancia o prestigio: ¿qué prefieren las mujeres??). Sería un mecanismo muy básico del tipo: ?si a otras féminas le agrada, también a mi?.

Al contrario, los hombres asumirían la actitud opuesta debido a la competencia, sería un razonamiento del tipo: ?si otro hombre le sonríe, probablemente tendré que luchar por conquistarla?. Estos científicos aseveran que en el reino animal estos comportamientos son muy frecuentes, ejemplificando con el caso de la cebra, cuyo ejemplar femenino prefiere acoplarse con el macho que ya haya visto acoplándose con otra cebra.

Particularmente considero que más allá de nuestros rezagos filogenéticos, este comportamiento (que normalmente transcurre de manera inconsciente), también se basa en nuestros estereotipos. ¿Qué pensamos las mujeres cuando vemos a otras féminas sonreírle a un hombre? ¿Qué piensan los hombres cuando ven a otro varón sonreírle a una mujer? Respondámonos sin reservas y quizás las respuestas a estas preguntas arrojen una visión más comprensiva del fenómeno.


Fuente:
Jones, B.C., DeBruine, L.M., Little, A.C., Burriss, R.P. & Feinburg, D.R. (2007) Social transmission of face preferences among humans. Proceedings of the Royal Society B; 274: 899?903.

Fuente: http://sexo-eros.blogspot.com/2010/11/el-poder-seductor-de-una-sonrisa.html

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