jueves, 14 de octubre de 2010

Sexualidad en dos ruedas


Existen muchos estereotipos o falsas creencias respecto a las personas que tienen disminuida su capacidad motora y deben ayudarse de las sillas de ruedas para trasladarse. Algunas de estos falsos mitos giran en torno a que son asexuales (no tienen impulsos sexuales) o que su problema motor les impide tener relaciones sexuales.

Así, cuando se habla de la sexualidad en las personas con movilidad reducida es muy frecuente que se asuman esencialmente tres posturas diversas entre sí:

1) Una posición eminentemente rehabilitatoria-biologicista donde se enfatizan los niveles de la lesión y lo que es posible realizar en lo referente a la sexualidad;

2) Una visión androcéntrica que sólo hace referencia a los varones con lesión medular en la búsqueda de una erección y;

3) Una perspectiva que afirma que no sucede nada ya que lo más importante es el amor y el "amor lo puede todo".

En todas estas ideas se evidencian las concepciones subyacentes; en la primera se sostiene la idea de que algo anda mal y se le debe rehabilitar, en la segunda se observa una identificación equívoca entre la sexualidad y la erección o penetración; al contrario, la tercera creencia muestra una negación del problema, minimizando la importancia de la sexualidad en la vida en pareja.

Así, todas estas creencias se convierten en barreras para el disfrute pleno de la sexualidad; barreras que existen en la mente tanto de las personas que tienen la discapacidad como de las que no.

Realmente la sexualidad, en su sentido más amplio, no se limita a la relación coital con la penetración por lo cual; la discapacidad motora no hace menos hombres o mujeres a estas personas que manifiestan los mismos impulsos, deseos o fantasías eróticas que puede tener cualquier otra persona.

No obstante, desgraciadamente no todos logramos comprender la sexualidad desde una perspectiva amplia; así, muchas de las personas que sufren una discapacidad motora se sienten insatisfechas con su vida sexual. Por ejemplo, en un estudio realizado en el año 2003, se apreció que el 83.3% de las personas con discapacidad motora entrevistadas se sentían inconformes con su vida sexual. Éste efecto era aún más acuciado cuando la discapacidad había iniciado antes de la adolescencia. No obstante, ninguna de estas personas intentaba mejorar su sexualidad.

Las razones son muy sencillas: los mitos y falsas creencias que existen alrededor de la discapacidad motora afectan la calidad de la vida erótica-afectiva y muchas de estas personas no se atreven a iniciar o reiniciar una vida en pareja. Muchos sienten que su cuerpo (diferente) no cubre las expectativas de las posibles parejas sexuales; piensan que nadie se fijara en ellos/as ya que el modelo de belleza impuesto por la sociedad involucra a cuerpos musculosos y fuertes.

Esta idea parece ser haber calado más profundo en la mujer ya que es más frecuente encontrar hombres en sillas de ruedas con una pareja estable mientras que el género masculino parece menos dispuesto a aceptar una pareja con discapacidad por lo que usualmente las mujeres discapacitadas no poseen pareja.

Por fortuna existen muchas personas que trabajan en la resignificación social, tanto psicólogos o trabajadores sociales como empresas que brindan su aporte para aumentar la calidad de vida de las personas con discapacidad motora. Entre estas empresas puede mencionarse Amigo 24, que se dedica fundamentalmente a la venta silla de ruedas, scooters eléctricos o salva barreras portátiles.

Con más de cinco años de experiencia en este trabajo y con una presencia extendida en el territorio español, esta empresa también pone su granito de arena permitiendo que las personas con problemas de movilidad puedan recuperar su independencia. De hecho, una de sus iniciativas más bellas es el alquiler de Scooter eléctricos de una o dos plazas (permitiendo su uso en pareja) de forma que las personas con movilidad reducida puedan disfrutar los placeres del turismo en la península ibérica.

Así, me gustaría culminar con algunas frases para la reflexión:

La ausencia de sensaciones no significa ausencia de sentimientos.

La imposibilidad de moverse no representa imposibilidad de sentir.

La presencia de deformidades no significa ausencia de deseo.

La dificultad para realizar el coito no significa incapacidad de disfrutarlo.

La pérdida de los genitales no representa la pérdida de la sexualidad.


Fuente:
Gil, A & Cardero, S. (2003) Consideraciones sobre la sexualidad en personas con discapacidad físico-motora. MEDISAN;7(2): 49-57.

Fuente: http://sexo-eros.blogspot.com/2010/10/sexualidad-en-dos-ruedas.html

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