jueves, 21 de octubre de 2010

Filme erótico: No mires para abajo


De la mano del argentino Eliseo Subiela (uno de mis directores preferidos por sus obras anteriores: ?No te mueras sin decirme dónde vas? y ?El lado oscuro del corazón?) llegó en el 2008 el filme erótico (o dramático-romántico, como ha sido oficialmente catalogado) ?No mires para abajo?.

Este filme, como todas las obras del director, bebe del mundo de lo real maravilloso, se desarrolla en un ambiente donde el misticismo se conjuga con la realidad adquiriendo improntas de la excelencia del escritor Alejo Carpentier. Vale puntualizar que, a aquellos que no le agraden estos toques surrealistas, probablemente no disfrutarán del filme y quien se espere 85 minutos del clásico cine erótico también saldrá defraudado.

Entonces? ¿dónde está la maravilla de este filme?

La historia comienza con los pasos elegantes de una muchacha, Elvira, que abre la claraboya de su dormitorio y con un joven, Eloy, que pierde a su padre para posteriormente desarrollar un sonambulismo que le hará caer justamente en la cama de Elvira. Los apasionados por las artes ocultas pueden definir el filme como ?la historia de un muchacho que anda en zancos y la nieta de una bruja?; las personas que prefieran apegarse a los límites de nuestra realidad pueden sintetizar la historia como ?una aventura de verano que termina convirtiéndose en un manual de sexo tántrico?.

Desde mi perspectiva uno de los mayores logros de este filme es la forma en la cual nos presenta la sexualidad, de una manera totalmente desprejuiciada donde los actores se sienten completamente a gusto con sus cuerpos.

Estamos demasiado acostumbrados a las relaciones sexuales rápidas, venturosas, agitadas; pero más allá de esta forma de amar existe otra forma de expresar el deseo: el sexo tántrico que no es sino la aceptación de nuestra sexualidad y la compenetración con otra persona en un proceso de aprendizaje permanente.

En el filme no se aprecian prisas, el ritmo es decididamente lento en una bellísima iniciación adolescente a la sexualidad donde a pesar de que el sexo es una parte importante, la espiritualidad no se deja de la mano lográndose una perfecta combinación de sensualidad y melancolía.

Disímiles posturas sexuales y alguna que otra instrucción en voz alta (siempre de la mano de Elvira, encarnada por la actriz Antonella Costa) hacen que el filme sea idóneo no solo para los más jóvenes sino para todos aquellos que desean mirar la sexualidad desde otra perspectiva. Se brindan numerosas mensajes sobre cómo satisfacer sexualmente a la mujer, fundamentalmente en las escenas iniciales donde se aprecia como Eloy (interpretado por Leonardo Stivelman) acude al encuentro sexual con todas las prisas y estereotipos propios de nuestra cultura.

Darse tiempo para explorar y conocer profundamente el cuerpo de la pareja, aprender a controlar la excitación, prolongar el éxtasis y aprender a satisfacer plenamente a la pareja; son los cuatro tópicos principales sobre los cuales podemos aprender algunas lecciones amatorias.

La frase final es absolutamente memorable: ?En la vida siempre estarás diciendo adiós. ¡Que eso no te impida amar!?

Y para finalizar les dejo con un avance del filme.
 

Fuente: http://sexo-eros.blogspot.com/2010/10/filme-erotico-no-mires-para-abajo.html

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