Hubo un tiempo, señores, en que el alcohol era realmente peligroso, y no al largo y azaroso plazo que marcan los riñones o la estupidez de manejar con la alegría de una copas encima. No: hubo un tiempo en que el alcohol se vendía envenenado.
En la Navidad de 1926 un San Nicolás delirante llegó a la sala de urgencias del Bellevue Hospital de Nueva York. Su principal síntoma: hasta el alma le apestaba a alcohol. Murió al poco tiempo. Y fue el primero: esa misma noche llegaron cerca de sesenta personas en las mismas condiciones, y treinta y una murieron en los días siguientes.
El diagnóstico de los médicos fue uno habitual en la Era de la Prohibición: el alcohol adulterado, producido en destilerías ocultas, sin las mínimas condiciones de sanidad, y con agregados que iban de tintes textiles a metales. Para más detalles, ver Boardwalk Empire.
Pero el porcentaje de mortandad provocado por estas impurezas nunca había sidp tan elevado. Y pronto los investigadores encontraron al culpable: el Gobierno de los Estados Unidos?
Continúa | La historia del alcohol envenenado (II)
Fuente | Slate
Fuente: http://blogellos.com/la-historia-del-alcohol-envenenado-i/
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